jueves, 30 de agosto de 2012

Todo lo que se espera tiende a hacerse realidad.


Un pensamiento mantenido firmemente por un largo tiempo hace que nuestras acciones se encaminen en esa dirección.

Recuerdan aquello de "La profecía auto cumplida"

El cerebro y el sistema nervioso responden a imágenes mentales, ya sean imágenes internas o externas.
Las imágenes formadas se convierten en pautas fijas y el inconsciente utiliza todos los medios de que dispone para llevar a cabo su plan.
Preocuparse es una forma de programar respuestas físicas que no deseamos y el inconsciente actúa para que se cumpla la PROFECIA representada en las imágenes. "Las cosas que temía han acabado por sucederme".

Muchas personas padecen ansiedad crónica, que es simplemente una expectativa mental inconsciente de que va a ocurrir algo terrible.
Por otra parte, todos conocemos personas que parecen tener una magia especial. Parece que la vida les colma de bendiciones sin motivo aparente. De ellos decimos que tienen suerte. Lo que parece buena suerte es en realidad expectativa mental positiva, una honda convicción de que ellos merecen que todo les salga bien. Nos convertimos en lo que pensamos.

Nuestra salud física depende en gran medida de nuestra expectativa mental. Los médicos reconocen que si un paciente espera seguir enfermo, lisiado, paralizado, desvalido o incluso morir, tiende a hacerse realidad la situación esperada.
Por el contrario una experiencia mental positiva nos facilita no sólo el éxito, sino también la salud y el equilibrio interno. Los buenos pensamientos provocan en gran medida lo que llamamos suerte.

martes, 28 de agosto de 2012

La perseverancia

“El manual del campeón en cualquier especialidad exige poseer unas cualidades innatas y una competencia suprema, pero también, y esa es la parte que no se ve nunca, ser capaz de asumir sacrificios sin fin hasta llegar al objetivo. Y más allá aún: una disposición casi sobrehumana para superar los momentos en los que la moral queda destruida al perder, por ejemplo, lo que ya tenías ganado” Muhammad Alí

A veces en la vida resulta extremadamente desalentador observar como todo aquello en lo que un día volcaste tus sueños, tus ilusiones, tus esperanzas y tus esfuerzos simplemente desaparece, como todo por lo que has luchado deja de existir… quizás sea una familia, una relación, un negocio o cualquier otra cosa.

En ciertas ocasiones el peso que la vida carga sobre nuestras espaldas o los golpes que nos obliga a encajar simplemente son mucho mayores de lo que podemos soportar en un momento dado y nos vemos obligados a hincar las rodillas… y nunca debemos avergonzarnos o humillarnos por ello, las rodillas de un hombre están hechas para doblarse, incluso el mismo acero necesita ser doblado antes de ser fuerte.

Es precisamente en estos momentos de inflexión donde realmente se demuestra la valía de una persona, donde se le obliga a dar lo mejor de si misma… Nadie debería atreverse a afirmar que es un héroe, o un cobarde, hasta que no se enfrente a una situación lo suficientemente difícil como para ponerse a prueba… y tarde o temprano es prácticamente seguro que la vida le obligará a hacerlo.

Cuando la vida te golpea, puedes caer, una y mil veces si hace falta… pero recuerda que siempre tendrás la obligación de levantarte, al menos una vez más que las veces que caigas, quizás con heridas y cicatrices, pero haciendo gala de un afán de superación invencible.

El hombre debe su crecimiento principalmente a la eterna lucha del compromiso y la voluntad contra la dificultad… lo que hoy te ha derrumbado no tiene porque seguir haciéndolo mañana siempre que tú no lo permitas, por un hecho muy simple, la situación seguirá siendo la misma, pero tú no tienes porque seguir siéndolo… tú puedes hacerte más fuerte, mucho más fuerte.

La mayoría de los grandes hombres, aquellos cuyos nombres están grabados a fuego en las páginas de la historia son conocidos por su contundente respuesta a los reveses temporales de la vida, aprenden de ellos y vuelven a intentarlo con más fuerza que nunca… son espíritus salvajes a quienes la derrota sólo les dio poder, de la dificultad aprendieron la necesidad de redoblar los esfuerzos, el peligro les dio valor y la visión de grandes logros inspiró en ellos un coraje inquebrantable. Aquel que como ellos posea estas cualidades, lleva consigo un poder inimaginable…Un compromiso inflexible de perseguir un propósito indestructible, junto con una determinación capaz incluso de someter a las circunstancias bajo sus exigencias a través de una fuerza de voluntad indomable.

Una mente valiente es siempre inexpugnable y nada ni nadie debería atreverse a hacerle frente puesto que es totalmente inútil intentar vencer a quien no se rinde o plantearse hacer retroceder a quien ha aprendido que la única manera de avanzar es caminar siempre hacia adelante.

lunes, 27 de agosto de 2012

Un Enemigo del Liderazgo. "LA ILUSION DEL CONTROL"





"Nunca enfrentarás tu destino hasta que no abandones la ilusión del control".

Esta fantástica frase pronunciada por el Maestro Oogway, una sabia tortuga, en la película de animación "Kung Fu Panda", me ha inspirado para hablar sobre uno de los enemigos con los que un líder puede encontrarse. La ilusión y obsesión por el control absoluto.

En ocasiones nos pasamos el tiempo intentando controlar todas las cosas que tenemos a nuestro alrededor, incluyendo, las que no dependen de nosotros, en lugar de focalizar nuestra energía en, primero, autocontrolarnos a nosotros mismos, y en segundo lugar, centrarnos en lo que si está en nuestras manos. Por lo tanto, es normal, que en ocasiones, estemos sobresaturados de frustraciones por no haber obtenido lo que pensábamos que podríamos conseguir, sin pararnos a pensar que podían ser cosas sobre las cuales no teníamos capacidad de acción.

Sin embargo, es posible, que sin darnos cuenta, y por querer abarcarlo todo, no nos centremos en las cosas en las que si el control depende de nosotros. Podemos hacer el ejercicio de escribir en un papel en blanco todas esas cosas. Seguro que ya es lo suficientemente amplia como para querer, además, añadirle extras.
¿Esto quiere decir que no debemos de controlar?. No. Significa que el control por si mismo no puede controlarnos a nosotros. Ni nuestros actos, ni lo que es más importante, nuestras emociones. Además de esto, si todo lo que nos rodea estuviese bajo nuestro control absoluto, nos perderíamos una de las máximas atracciones que tiene la labor de un líder, y es la gestión del imprevisto. La vida en si ya es imprevisible por si misma, por lo que nuestra labor también. Por mucho tiempo que le dediquemos al control, siempre habrá un porcentaje muy alto que se escape a nuestro alcance. Y hay que contar con ello, sin que eso nos haga perder la perspectiva.

Esa "ilusión por el control" hace que en ocasiones nos volvamos irascibles, y es por esa misma ansiedad y necesidad de querer acapararlo todo. Puede ser que nuestro equipo lo esté haciendo mal, pero en lugar de bloquearnos y bloquearles a ellos con nuestras acciones, lo que deberíamos hacer es ver porque está ocurriendo eso, y dedicar nuestros esfuerzos, virtudes y habilidades a cambiar esa tendencia, y a reflexionar si nosotros tenemos que ver algo en ello.

Esta necesidad de control también puede influir en la capacidad y calidad de nuestros colaboradores. Debemos de intentar tratar a cada uno de manera individual y no generalizar, ya que si tenemos personas que destacan sobre otras debemos seguir fomentando su crecimiento y a los que no destacan tanto, motivarles a seguir el camino de los que más avanzan. En algunos casos tendemos a frenar a unos para igualarles con los otros y eso es un gran error, ya que entonces igualamos por abajo y permitimos que la mediocridad "ronde" por nuestros equipos. El Maestro Oogway lo dice claro. "Si siembras un melocotón, tendrás un melocotón. Tu puedes desear una pera o una naranja, pero tendrás un melocotón". La clave está en creer que ese melocotón puede ser extraordinario. Tener controlado nuestro equipo pasa por tratar a cada persona de manera individual para que aporten lo mejor de si mismos a un resultado global y no por querer pretender que todos sean iguales. Si hay un melocotón, una naranja y una pera, sería fantastico, porque obtendriamos una maravillosa "macedonia de talento".

La "ilusión del control" influye de manera decisiva en nuestra vida. Si seguimos el consejo del Maestro Oogway, estaremos en camino de conseguir el éxito, pero todo pasa por ser capaces de controlarnos en primer lugar a nosotros mismos. De saber que hay cosas que por más que queramos, escapan y escaparan a nuestro control, pero ya no solo por nosotros mismos, sino porque la vida misma es así, en ocasiones, maravillosa, y otras veces realmente dura, y de que por mas que queramos controlar a las personas, no hay mejor control que la motivación, ya que esta genera acción, y el control absoluto genera bloqueo, ya que las personas necesitan espacio para poder crear.

Podemos decidir que queremos hacer y como queremos vivir. En la oscuridad de las continuas frustraciones que nos genera "la ilusión del control", o en la magia de generar valor a través de saber que hacer con las cosas que realmente están en nuestras manos. El control es necesario, pero siempre que no se convierta en una "controladicción", y si como herramienta de motivación, para generar crecimiento en nuestros equipos, que al final son los que nos dan valor a nosotros mismos.

7 hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen Covey

1. Primer Hábito
El primer hábito es en lo primero que tenemos que poner cuidado ya que debemos de ser proactivos para hechar a andar todo lo que queremos en nuestras vidas así como logros y aspiraciones porque nada por sí solo nos va a llegar si antes no luchamos y nos preparamos física y emocionalmente para obtenerlo.
El autor nos dice que mientras no tengamos en cuenta como nos vemos a nosotros mismos no seremos capaces de comprender como ven los otros y que sienten acerca de sí mismos y de su mundo. Sin conciencia, proyectaremos nuestras propias instituciones de conducta, y al mismo tiempo nos consideraremos objetivos.
Esto limita significativamente nuestro potencial personal y también nuestra capacidad para relacionarnos con los demás, ya que uno siempre que tener la razón y es muy difícil cambiar de perspectiva porque nunca nos ponemos pensar en las expectativas de lo demás y de las cosas que nosotros no percibimos de los diferentes paradigmas y esto hace que la mayoría de los problemas es difícil solucionarlos porque somos tan egoístas que no dejamos influirnos de los demás en una decisión para llegar a un fin común.
La mayoría de las veces el reflejo de los actuales paradigmas sociales nos dice que estamos en gran medida determinados por el condicionamiento y por ciertas condiciones. El determinismo psíquico dice básicamente que la culpa es de los padres. El determinismo ambiental dice que la culpa es del patrón o el jefe (o de su esposa, o su hijo adolescente, su situación económica, o la política nacional).
Alguien o algo de su ambiente es responsable de su situación, sin embargo la formación de un individuo recae en la educación que viene desde su infancia y es recibida por los padres pero no se puede culpar a todo el mundo de tener la culpa o al medio en que vivamos, porque un ladrón lo único que dice siempre es que "robo por necesidad" pero todos tenemos necesidad ya que todos luchamos día con día y no somos mas que los demás sino simplemente luchamos por nuestras convicciones
Debido a que nos comprometemos y mantenemos nuestros compromisos empezamos a establecer una integridad que nos proporciona la conciencia del autocontrol, y el coraje y la fuerza para aceptar mas responsabilidad por nuestras propias vidas. Al hacer y mantener promesas (promesa a nosotros mismos y a otros) poco a poco nuestro honor pasa a ser más importante que nuestros estados de animo, y con esto crecemos como persona y el medio en el que nos desarrollamos lo influenciamos tanto con un sentido de positivismo que de una manera muy particualr lo impulsamos a ir en la misma dirección que nuestros objetivos y con ello mejorando el ambiente y las relaciones con los demás.

martes, 21 de agosto de 2012

El Éxito es el resultado de la motivación, el sacrificio, la disciplina y la constancia.

Lo mejor de todo es que tú posees todas esas cualidades, pero seguro que alguna vez se te olvida ejercitarlas.

¿Cuántas veces emprendes un nuevo proyecto y lo abandonas?...

Lo principal es tener muy claro QUE es lo que quieres. Si te guías por impulsos, la mayoría de acciones que comience
s, al no ser lo que deseas de verdad, no llegarán a su fin porque te rendirás antes... Cundo tengas definido cual es tu verdadero objetivo a cumplir, tu verdadero sueño, tienes que plantearte CÓMO vas llegar a hacerlo realidad. Esquematiza tus planes, para no perderte en caminos inútiles que no te llevan al destino deseado.

¿Tienes claro cual es tu sueño?... pues ACTÚA YA !!!

Sabes que tienes los medios y valores intrínsecos para hacerlo, así que no lo demores más. Aparta tus miedos y dudas, aclara tu mente y recuerda que TÚ PUEDES.

Todo aquello que realmente vale la pena no es fácil de conseguir, pero eso no ha de hacer que des marcha atrás o te rindas... al contrario, utilízalo cómo motivación.

La tenacidad, la constancia y el esfuerzo, es lo que llevó a otros a triunfar...

Quizás llegar al Éxito pueda ser duro, pero te puedo asegurar que cuando hayas llegado a la meta, te darás cuenta que realmente valió la pena...

Forzar o Fluir?


Para este año nos proponemos “no forzar”; como un criterio para vivir mejor sin “esforzarnos” tanto, tratando de acompañar el fluir natural de la vida.

¿Cómo nos damos cuenta que forzamos? Cuando estamos demasiado cansados por una situación, cuando nos sentimos frustrados o desilusionados, generalmente es porque no aceptamos “lo que es” y esperamos (las expectativas que tan malas jugadas nos hacen!) que “sea” otra cosa, lo que nosotros queremos o deseamos. Pero esto es algo que muchas veces cuesta registrar, sobre todo porque se mezcla el “deber ser” y el peso de nuestra cultura occidental que nos indica que con esfuerzo y tesón todo puede modificarse, ofreciéndonos una falsa ilusión de control.

Durante los siglos VI y IV A.C., Lao Tse nos legó el Tao Te Ching, texto fundamental de la filosofía china llamada Taoismo. Este libro propone la vuelta a la naturaleza, a la paz, considerando el caos que genera el exceso de razón, de pensamiento. Nada de fines ni de medios; nada de movimientos, sino quietud, crecimiento interior a partir de un sentido más profundo de la vida, de la conexión con el sentir y no tanto con el pensar.

Esta filosofía nos invita a confiar en las respuestas naturales, a abrirnos, a ser receptivos y conscientes de nuestras emociones. Lao Tse introdujo las ideas de no-ser, la no-acción y la no-violencia. El no-ser fue y sigue siendo un concepto revolucionario, especialmente para nuestra cultura occidental, donde el ser está vinculado al pensamiento (“Pienso luego existo”, decía Descartes) que sobrevalora el sacrificio y los resultados. Tendemos a confundir que con el esfuerzo (“persevera y triunfarás) y la voluntad (“querer es poder”) podemos conseguirlo todo.

Sin embargo, uno puede esforzarse en conseguir algo, pero no puede hacerlo para “ser” algo que no es. Cuántas veces le dijimos a nuestros hijos “no tengas miedo” o “no llores por esto” como si las emociones fueran algo que pueda ser controlado por la voluntad, las acciones sí, pero las emociones no.

Entonces... si bien a primera vista hay una dicotomía entre el “persevera y triunfarás” de occidente y el “no ser” o el fluir de oriente, se trata de una falsa contradicción porque mientras que el primero habla sobre la acción el segundo se refiere al sentir.

Esforzarnos en lo que hacemos puede llevar a que con el tiempo naturalmente cambiemos lo que somos y sentimos. Pero no podemos forzar la transformación de quiénes somos. La verdadera transformación es conocernos, saber qué sentimos, qué nos gusta y nos disgusta de nosotros mismos y aceptarnos de todas formas. Haciendo siempre este ejercicio en primera persona, hablando de "mis" miedos, "mis" deseos, "mis" expectativas y aceptando que son sólo nuestros. Léase: respetando la soberanía de los otros a ser como son, algo tan difícil de ejercitar con nuestros hijos.

Entonces, forzar …¿cuándo es suficiente?. Una tentativa de respuesta que queremos explorar es cuando estemos forzando situaciones, sentimientos, creencias para que ocurra tal o cual cosa según nuestro divino criterio. Para registrar cuándo forzamos hay que estar atentos a nuestro “sentir” y darnos cuenta del esfuerzo, del cansancio, de la angustia.

Podemos probar así orientarnos hacia lo simple, no forzado, hacia una influencia gentil en contraposición a la lucha. Esta propuesta para nada implica sustraerse del compromiso con la vida sino más bien una vía para alcanzar una existencia más armoniosa en comunión activa y conciente con LA FORMA EN QUE SON LAS COSAS. Ceder para acompañar más que para vencer, eliminar o corregir.

Estar atentos a la necesidad de vacilar un instante antes de rotular nuestra experiencia tan rápido. Evitar imponer UN significado a las cosas y así perdernos la oportunidad de aprender.

Si podemos permanecer allí, sin palabras, hasta que la experiencia misma haga nacer las palabras. Amigarnos con la inquietud, la ambivalencia y la incertidumbre.

Renunciar al control, el deseo de estar en lo correcto debe ceder paso a la aceptación, inclusión y confianza. Comprendemos mejor la naturaleza de las cosas si somos receptivos e ingenuos. El mejor ejemplo de este principio es la naturaleza, recordemos que por más mente que tengamos somos parte de ella.

domingo, 19 de agosto de 2012

Mario Benedetti "No te salves"



No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma

no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios

no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana

y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo

Cuento de Jorge Navone "Quien Sabe"


Me crucé conmigo una tarde como cualquier otra. Sin proponérmelo, más bien, esperando. Me crucé y de pronto ya no pude mirar atrás, porque ahí estaba, era yo el que se me había cruzado.

Qué viejo estaba, qué envejecido.

Tenía la cara tan seria, tan problemas de negocios, tan saldo.

Aquel bolso croto de los sueños, era ahora un maletín con facturas, papeles, boletas del banco. Mi deshilachada camisa, un traje a medida; mi ilusión… mi ilusión creo que era casi historia, o al menos parecía perdida.

Tuve que apurarme para no irme. Me costó verme. Había incorporado con los años, esa costumbre madura de mirar para otro lado que no fueran los ojos del que estaba mirando. Hablar como no viendo, como por si acaso.

Pero insistí, algo quedaba en mí de testarudez, de arrogancia, de insensato.

Algo todavía empujaba un poco, toda la nada que había venido juntando.

Y fue cruzarme con mis ojos, y mis ojos trajeron años. Trajeron días, amores, peleas. Trajeron algunas hazañas, muchas desilusiones, algunas pequeñas proezas. Trajeron sueños que creí perdidos, pero que en realidad estaban tapados, escondidos, abandonados. Sueños todo dolor de tan sueño, de soñarlos tanto.

Te invito un café, fue lo primero que me animé a decirme. ¡Un café!, tuve que repetir mientras miraba un reloj casi sin verlo, mientras giraba mi cuerpo como esperando a otro, mientras volvía a mis ojos, que sabía, me estaban esperando.

Y acepté a media lengua, y me senté casi sin tocar la silla, y con el mozo que fue y vino, con una llamada perdida, con una mina que justo estaba buena y sonreía, se fue alargando el silencio, que yo aproveché para irme mirando.

Como pasa... Como pasa todo... Como nos deja lo que pasa. Lo que pasa y lo que queda, que a veces pareciera ser exactamente al revés de lo que necesitamos. Como vamos entregándonos poco a poco, modificando los axiomas, los preceptos, los por si acaso. Como vamos conformándonos con un día para nosotros, algunas horas, algún rato. Como parece que a veces, terminamos convirtiéndonos justamente en eso que al principio tanto odiamos. ¿Cómo fue que nos fuimos convirtiendo en un gordo hombre serio de negocios, que a lo sumo, guarda un poco de tiempo para algún libro, de vez en cuando?

¿Cómo fue que me fueron ganando?

Sarcasmo.

Maquiavélico sarcasmo de la vida, pobre engranaje, poder de años.

Me quedé perdido en mi mirada, repasándome, cuando la tarde comenzó a repetirse de sorpresas.

La segunda fue que después del café, y como sin quererlo, empezaste con la cerveza. Una fría, en vaso frío. Y unos maníes.

La cerveza era en mí el vino de los místicos, la religión de los creyentes, el tótem de los indígenas. A sus pies, había cometido muchas brutalidades, pero también había despellejado la vida más de una noche, entre miedos pavorosos y agónicas premoniciones, de esto que quizás ahora me estaba pasando.

La cerveza me fue soltando, me fue acercando, me fue queriendo.

Fui mirándome con otros ojos, corriendo el velo. Fui acunándome con susurros no fue tan culpa tuya, tan toda culpa, tan toda tuya. Fue meciéndome con fue la vida, bruta perdida, fueron las cosas, fueron los años.

Y entonces, un gotón pesado, lágrima que contiene el tiempo, fue cayendo de mis ojos que lo vieron todo. Fue atravesando esta cara que se hizo dura, de ir aguantando. Fue llegando a esta boca que casi se olvida de sí al no encontrar otros labios.

Y lloré.

Lloré como nunca, casi en silencio.

Lloré a lo Girondo, con las vísceras, con el aire, con el cuerpo.

Lloré todas las muertes que fui viviendo para llegar a esto, todos los partos.

Lloré todos los abandonos, las horas huecas, las noches largas.

Lloré las horas solo, las tardes te fuiste, los sentar cabeza, los vamos al grano.

Lloré sin sollozo, como es un llorar demasiado dolor como para irse quejando.

No pude pedirme perdón, me conocía demasiado. Pero al menos me hice un par de promesas, promesas de borracho.

Al final me fui conmigo, abrazado para no caerme, para no soltarme.

Me fui despacio, desajustando el saco, maltratando el portafolio.

Me fui con la idea de reencontrarme más seguido, de cruzarme de nuevo conmigo en alguna esquina, porque quién sabe, quizás todavía, pese a todo, pese a tanto, pueda con mi ayuda, irme resucitando.
"Tendemos a posponer aquellas TAREAS que no tienen VALOR para nosotros".

Las actividades que realizamos por generalmente esta compuesta por varias TAREAS, algunas nos MOTIVAN por si solas, otras las realizamos sin esfuerzo, y están las que nos resultan PESADAS, tediosas, etc.

Nuestra tendencia NATURAL es a posponer estas ÚLTIMAS, por diferentes MOTIVOS, uno de los más frecuentes es porque no le damos el VALOR a estas tareas.


Encontrar este VALOR, bien en la tarea en sí, o por su situación dentro del conjunto de la actividad es fundamental, porque es el punto de ARRANQUE de la motivación, y de la ACCIÓN.

Puede que la vida sea también el ARTE de encontrar VALOR a las tareas que menos nos agradan para ALCANZAR las cosas que deseamos.

miércoles, 1 de agosto de 2012



Vivimos tiempos de CAMBIOS, de circunstancias adversas, y RETOS constantes (muchas veces incluso por la propia supervivencia).

Nuestra forma de VIVIR, de entender la vida y por lo tanto de SER tiene que TRANSFORMARSE para poder adaptarnos con ÉXITO.

La ADAPTACIÓN requiere de un VUELCO en nuestra manera PENSAR, sentir y relacionarnos (con los otros y con nosotros mismos) para convertirnos en NUEVOS lideres.

Un LIDERAZGO aplicado principalmente a NOSOTROS mismos y que se proyecte a todas nuestras actividades PERSONALES y PROFESIONALES.

Es el liderazgo de los "Guerreros PACÍFICOS", guerreros con espiritu de LUCHA basado en sus propios VALORES.

Siendo DUROS, pero no agresivos, deseando la VICTORIA, pero sin DESTRUIR al rival, constantes pero RESPETUOSOS.

Afinando su propio PODER y curtiéndose en sus PROPIAS batallas internas que les llevan a la TRANSFORMACIÓN de su SER, y a su verdadero POTENCIAL.