domingo, 25 de noviembre de 2012

"RODEATE de personas que vean tu GRANDEZA".


"RODEATE de personas que vean tu GRANDEZA".


Todas las INTERACCIONES que tenemos con las personas con las que nos relacionamos conllevan un intercambio de palabras, INFORMACIÓN, emociones, RETOS; oportunidades, etc.

HAY determinadas personas que tienen la CAPACIDAD de ver realmente a las personas, pueden ver nuestra verdadera GRANDEZA,por muy escondida que este o por mucho que la queramos tapar.

Estas personas estimulan nuestro DESPERTAR, nos aportan energía  bienestar, nos pueden apoyar en el camino e incluso dar SENTIDO a nuestra vida.

Y ademas, suelen lanzarnos RETOS u ofrecernos OPORTUNIDADES para demostrar todo lo que somos capaces de HACER.

Puede que a veces lleguen a incomodarnos en estos OFRECIMIENTOS, porque ven con tanta CLARIDAD nuestras capacidades que no entienden que no seamos GRANDES.

SIEMPRE tendremos nuestro libre ALBEDRÍO para decidir y aceptar estos retos y oportunidades, pues en estas decisiones esta también nuestro APRENDIZAJE y experiencia de vida.

Pero SIEMPRE es mejor tener las opciones y las personas que las generen.

Puede que DETECTAR estas personas, y prestar atención a nuestra relación con ellas sea un punto CRITICO para nuestro desarrollo.

jueves, 15 de noviembre de 2012



XI

Mi amor, este poema

es para que lo leas cuando no esté a tu lado,

cuando no pueda ya cuidar de ti.



No te conformes nunca con alguien que no piense

que tu eres una llama más antigua que el fuego,

que tú eres su razón para vivir.



Aprende a no querer a los que no te quieran

y elige bien a qué le tendrás miedo:

no habrá sombra que oculte lo que tú temas ver.



Escapa del que piense

que el aire es la pared de lo invisible

y huye de aquel que crea

que es más feliz quien menos necesita,

porque ése no podría necesitarte a ti.



No te rindas, no olvides jamás que la tristeza

sólo es la burocracia del dolor.

Y si sientes que el mundo se derrumba,

no intentes abrazarte

a otro que esté cayendo a la vez que caes tú,

como yo hice contigo.



Algún día

tendrás que despertarte para salvar tus sueños.

Algún día sabrás que en las promesas

hay siempre un cristal roto

en el que aúlla el viento frío de la mentira.



Recuerda todo eso.



No escondas lo que sientes por miedo a ser frágil,

como aquellos

que por guardar tan bien lo que más les importa,

lo pierden para siempre.



Recuerda que no hay nada que no pueda

ocurrir cualquier día.

No olvides que esta obra ha terminado.

No olvides que le hablas a un teatro vacío.



Benjamín Prado ( Del libro "Marea humana" en su segunda edición ampliada).

lunes, 12 de noviembre de 2012

BASTA DE DISTRACCIONES. . . ¿DÓNDE ESTÁS PONIENDO TU ENERGÍA?



Llegué al subte sin saber la revelación que me esperaba ese día.  Me senté y vino él. Era un Músico. Un trovador o buscavidas o artista callejero. Tenía cuerpo delgado, llevaba anteojos y un clarinete entre sus manos. Era uno de esos jóvenes que venden su bellísimo arte a extraños, a cambio de pocas monedas.
Tuve la enorme suerte de poder captarlo con mi cámara. Aquí se los presento.
Les sigo contando.
El Músico se paró cerca de la puerta y empezó a tocar una melodía suave, muy ajena a las miradas perdidas de los pasajeros del vagón. Todos se mostraban indiferentes, despiertos pero dormidos. Todos, menos un hombre. Uno que estaba sentado a mi izquierda. Tenía un cuaderno en sus manos y llevaba un gorro amarillo (ahora que lo pienso, qué raro es ver gente con gorros dentro de un subte).
Pero lo que más me llamó la atención, no fue su gorro. Sino cómo brillaba su mirada.
De reojo, veía que el hombre del gorro amarillo hacía movimientos rápidos con la mano. Clavaba su mirada curiosa en el Músico y luego en el papel, y luego de vuelta en el Músico.
Lo hubieran visto. Lo hacía con fascinación y talento, como si buscara fundirse en la esencia del Trovador justo un segundo antes de inmortalizarlo en un papel.
 Con la melodía acompañando de fondo, comenzó a dibujar el rostro del joven Músico.
Y en ese momento viví una revelación:
¿Será que estaba siendo testigo privilegiada de un acto de creatividad nunca visto? ¿O será que simplemente estaba más presente y detectando cosas que antes no veía?
Y eso me llevó a más preguntas.
¿Cuántos actos maravillosos suceden todos los días en todos lados, sin ser vistos? Cuántas cosas nos perdemos de percibir por estar distraídos mirando el celular, preocupados por esa conversación pendiente con un jefe o dando vueltas alrededor de esa discusión que tuvimos con un familiar?

¿Y si la energía que gastamos en sufrir por lo que fue, o temer a lo que vendrá, la usáramos en estar más conectados con el ahora?¿Cuántos paisajes, personas y lugares empezaríamos a ver?  

¿Cómo cambiaría la calidad de nuestra experiencia de estar en el mundo?

¿Cuántos problemas dejarían de ser problemas, para darnos paso a ver las soluciones? 

El mundo mundea. La vida sigue. La pregunta que me quiero y te quiero hacer es ésta:
¿Qué vamos a hacer nosotros para cambiar la manera en que miramos la realidad?
Por mucho que nos cueste reconocerlo, las personas no accedemos a la realidad tal como es, sino que lo hacemos a través de nuestros modelos mentales. Y muchas veces, esos modelos mentales aprendidos -y poco cuestionados o revisados- nos limitan a la hora de accionar y conectar con los resultados que nos importan.
Si vivo bajo el modelo de la urgencia permanente, no me estará disponible detenerme, saborear el momento y disfrutar de los pequeños detalles, ya que lo sentiré como una verdadera pérdida de tiempo.
Si vivo bajo la ansiedad constante por el futuro que no puedo controlar, estoy eligiendo poner mi energía en un lugar y momento que ni siquiera existe. A expensas de perderme de estar conectado con lo que es.
La pregunta es simple… y ojalá que las respuestas sean tan reveladoras como lo fueron para mí:
¿A dónde está yendo tu energía en este momento?  Qué va a suceder si seguís poniendo tu mirada en eso que no te sirve? ¿A dónde te va a llevar en 1 mes? Y en 6 meses? …Y en 5 años?
Tu energía es valiosa. Usala bien. No te distraigas.
Según qué elijas hacer con ella, estarás más cerca de disfrutar, crear y accionar en favor de tus proyectos.
Y lograr tus proyectos vale la pena, no?

domingo, 4 de noviembre de 2012


Gaston Bachelard escribió un libro titulado “la filosofía del no”, que presenta una idea muy interesante: Si crees que sabes cierta respuesta, siempre darás los mismos pasos para llegar a esa respuesta o la abordaras del mismo modo.

 Bachelard dice que el hecho de haber llegado a una respuesta siguiendo un procedimiento concreto no implica que ese sea el mejor o único modo de lograr esa respuesta. De hecho, puede que la respuesta solo sea correcta si das los mismos pasos. 

Permitiéndote a ti mismo considerar la posibilidad de que el procedimiento elegido sea erróneo, te das la oportunidad de afrontar la resolución de problemas de una manera completamente nueva. Eso indica que algunas de las ideas que consideras correctas puede que no te sean útiles en absoluto. ¿Qué tal si te concedes a vos mismo la oportunidad de empezar de nuevo y seguir un camino diferente? ¿Puede que llegues a una respuesta diferente o aprendas mucho más sobre lo que creías saber ya? 

Esa es la finalidad de cuestionarnos que es lo que ya "no nos sirve". Si siempre damos los mismos pasos, lo normal es que lleguemos a las mismas respuestas. Y eso es aplicable a casi todo lo que hacemos o “sabemos”. 

Cuantas cosas hay mas allá de las concepciones sociales aceptadas en un momento dado!
Todo lo que creemos y hacemos actualmente puede revisarse y con ello se nos brinda la oportunidad de hacer muchos descubrimientos nuevos. No quiero decir que tengas que proceder así obligatoriamente; lo que esto implica es que puede que algo que consideramos verdadero solo lo sea desde un punto de vista y no se trate de un hecho fuera de toda duda.

Esto nos permite ampliar nuestra visión sobre “como” concebimos las cosas en lugar de aceptarlas sin cuestionarlas.