martes, 28 de agosto de 2012

La perseverancia

“El manual del campeón en cualquier especialidad exige poseer unas cualidades innatas y una competencia suprema, pero también, y esa es la parte que no se ve nunca, ser capaz de asumir sacrificios sin fin hasta llegar al objetivo. Y más allá aún: una disposición casi sobrehumana para superar los momentos en los que la moral queda destruida al perder, por ejemplo, lo que ya tenías ganado” Muhammad Alí

A veces en la vida resulta extremadamente desalentador observar como todo aquello en lo que un día volcaste tus sueños, tus ilusiones, tus esperanzas y tus esfuerzos simplemente desaparece, como todo por lo que has luchado deja de existir… quizás sea una familia, una relación, un negocio o cualquier otra cosa.

En ciertas ocasiones el peso que la vida carga sobre nuestras espaldas o los golpes que nos obliga a encajar simplemente son mucho mayores de lo que podemos soportar en un momento dado y nos vemos obligados a hincar las rodillas… y nunca debemos avergonzarnos o humillarnos por ello, las rodillas de un hombre están hechas para doblarse, incluso el mismo acero necesita ser doblado antes de ser fuerte.

Es precisamente en estos momentos de inflexión donde realmente se demuestra la valía de una persona, donde se le obliga a dar lo mejor de si misma… Nadie debería atreverse a afirmar que es un héroe, o un cobarde, hasta que no se enfrente a una situación lo suficientemente difícil como para ponerse a prueba… y tarde o temprano es prácticamente seguro que la vida le obligará a hacerlo.

Cuando la vida te golpea, puedes caer, una y mil veces si hace falta… pero recuerda que siempre tendrás la obligación de levantarte, al menos una vez más que las veces que caigas, quizás con heridas y cicatrices, pero haciendo gala de un afán de superación invencible.

El hombre debe su crecimiento principalmente a la eterna lucha del compromiso y la voluntad contra la dificultad… lo que hoy te ha derrumbado no tiene porque seguir haciéndolo mañana siempre que tú no lo permitas, por un hecho muy simple, la situación seguirá siendo la misma, pero tú no tienes porque seguir siéndolo… tú puedes hacerte más fuerte, mucho más fuerte.

La mayoría de los grandes hombres, aquellos cuyos nombres están grabados a fuego en las páginas de la historia son conocidos por su contundente respuesta a los reveses temporales de la vida, aprenden de ellos y vuelven a intentarlo con más fuerza que nunca… son espíritus salvajes a quienes la derrota sólo les dio poder, de la dificultad aprendieron la necesidad de redoblar los esfuerzos, el peligro les dio valor y la visión de grandes logros inspiró en ellos un coraje inquebrantable. Aquel que como ellos posea estas cualidades, lleva consigo un poder inimaginable…Un compromiso inflexible de perseguir un propósito indestructible, junto con una determinación capaz incluso de someter a las circunstancias bajo sus exigencias a través de una fuerza de voluntad indomable.

Una mente valiente es siempre inexpugnable y nada ni nadie debería atreverse a hacerle frente puesto que es totalmente inútil intentar vencer a quien no se rinde o plantearse hacer retroceder a quien ha aprendido que la única manera de avanzar es caminar siempre hacia adelante.