sábado, 29 de septiembre de 2018

Aprendí que la felicidad tiene mucho que ver con la aceptación y la infelicidad con la distancia entre las expectativas y el camino que toma la vida.
Aprendí que la vida nunca responde a todos nuestros deseos ni se ajusta a corresponderse con nuestros méritos.
Por eso es preciso aceptar que pasó lo que pasó y soltar lo viejo.
La felicidad tiene que ver con admitir sin excepciones que no podemos cambiar el pasado, aunque ciertamente podemos cambiar la forma en la que interpretamos eso que pasó.