miércoles, 23 de febrero de 2011

Coaching

El coaching se conoce como una nueva profesión, pero ni el coaching ni la figura del coach son algo nuevo. El método de Sócrates se basaba en lograr que los demás encontrasen sus propias respuestas, y esa es también la base del coaching actual. El coaching està fundamentado, principalmente, en el método socrático, en la mayéutica, la cual afirma que cada ser humano tiene la respuesta dentro de sí, y que el aprendizaje es un descubrimiento.

El coaching es un sistema de comunicación positiva y efectiva que enseña a preguntar, a escuchar, a responder, a tomar conciencia y a establecer un plan en acción con nuevas y mejores expectativas.

La etimología de la palabra coach: la palabra "coach" aparece por primera vez en lengua francesa, en el siglo XVI, con el significado de "carroza". Más tarde, se admite también en lengua inglesa, con acepciones relacionadas: carruaje, vagón, transporte... Por eso, en el sentido al que nos referimos en este texto, un coach es un guía que "te recoge de dónde estás y te lleva hasta dónde quieres ir, acompañándote en todo momento".

El coaching, como estilo de entrenamiento en el deporte, surgió a mediados de los años 70, de la mano de Timothy Gallwey, entrenador deportivo de élite y profesor de tenis en la Universidad de Harvard. En sus libros, concretamente en "el juego interior del tenis", mostró al mundo la figura simbólica del Contrincante Interno. Aseguraba, por ejemplo, que el contrincante más duro de un tenista siempre estaba en su lado de la red.

Unos años más tarde, en los años 80, apareció el coaching ejecutivo y personal ("life coaching") de la mano de Thomas Leonard (1955-2003), que trabajó durante 20 años en colaboración con más de mil expertos en desarrollo personal de todo el mundo, para la creación y definición del coaching, entendiendo la vida y el trabajo como "deportes" en los que podemos obtener las metas que nos propongamos, si nos comprometemos con el entrenamiento adecuado. Thomas Leonard fue el fundador de la primera universidad virtual de coaching, y fundador y presidente de las primeras dos instituciones internacionales de coaching: la I.A.C. (International Association of Coaches) y la I.C.F. (International Coaching Federation). También fue fundador y presidente de Coachville Int. hasta su muerte en 2003.

Los otros dos líderes de coaching, reputados internacionalmente, fueron John Whitmore (Reino Unido) y Anthony Robbins (U.S.A).

Cuando se habla de coaching se está hablando de un proceso profesional y/o personal realmente fructífero, mediante el cual tomas conciencia de tus propios valores y potenciales, llegas a descubrir tu misión personal y la llevas a cabo. Sin el poder de la acción, el coaching sería poco más que "una conversación interesante". El coaching aumenta al mismo tiempo tu sentido de libertad y de responsabilidad, y puede ayudarte a lograr lo que te propongas en cualquier ámbito.

A lo largo del proceso de coaching se desarrolla la habilidad de realizar importantes cambios y de avanzar en nuevas áreas. Durante las sesiones, el coach te ayuda a clarificar quién eres, en qué punto te encuentras, qué estás haciendo, qué quieres, para qué lo quieres, y hacia dónde deseas encaminar tu vida a partir de ahora.

El coaching es también un proceso de genuino descubrimiento de uno mismo, enfocado en el futuro y en las soluciones, siempre apuntando a nuevas posibilidades y alternativas. El coaching convierte las dificultades en oportunidades de crecimiento, y ayuda a ir más allá de los problemas.

Coaching no es psicoterapia ni consultoría:

Debido a que el coaching es una disciplina de reciente implantación en algunos países, creemos necesario aclarar su marco de aplicación y distinguirlo de otras prácticas profesionales.

No debería confundirse el coaching con psicoterapia, consultoría, ni con otras metodologías asociadas al liderazgo. El coaching parte del supuesto de que el cliente cuenta con todos los recursos para su desarrollo y que el coach es su acompañante y aliado en el proceso.

Un coach no es un psicólogo. Se entiende que cuando alguien acude a un psicólogo lo hace para cubrir sus necesidades psicológicas básicas, con el objetivo de vivir una vida normal y saludable. El coaching va más allá de estas necesidades básicas: parte de la normalidad y su objetivo es la excelencia. Quien acude a un coach quiere obtener más del hecho de estar vivo y está decidido/a a encontrar el equilibrio y alcanzar objetivos que aumenten su satisfacción, el sentido de lo que hace y su calidad de vida.

Un coach tampoco es un consultor. Un coach personal es un observador activo que cuestiona, interroga, que enseña incluso a preguntar, pero que se abstiene de emitir juicios, de dar consejos o de sacar conclusiones. Estas son, precisamente, las claves del éxito del coaching, las que lo enmarcan y lo distinguen de cualquier otro servicio, método o sistema.

En la metodología conversacional propia del coaching, la escucha, la apertura mental y la atención, juegan un papel primordial. El coach ofrece apoyo, estímulo, inspiración, y desempeña el rol de “espejo” del cliente (también llamado coachee). Un buen coach es un compañero y socio de indudable valía a la hora de afrontar retos, cambios, promociones, nuevos proyectos, etc.

El coach ayuda a ver nuevas perspectivas, nuevas posibilidades, a cambiar el enfoque de las dificultades, atendiendo a esta reflexión: "Los problemas no pueden resolverse desde el mismo nivel de conciencia en el que fueron creados." Albert Einstein.

El Coaching es también un proceso de genuino descubrimiento, nos enfoca en el futuro y en las soluciones, apuntando a nuevas posibilidades y alternativas.

El coaching se ha revelado como una herramienta fundamental y muy eficaz en estos tiempos, por sus sorprendentes resultados. Habíamos avanzado tanto en tecnología de comunicación y, en comparación, tan poco en comunicación humana, que decimos que el coaching es: "tecnología punta en comunicación interpersonal".