viernes, 10 de diciembre de 2010

parte del proximo libro "rompiendo los habitos"

Rompiendo Los Habitos

No sé que absurdo parecerá esto a los dominios de las demostraciones, y probablemente nadie lo acepte a primera vista. Debo, por lo tanto, pedirle tregua al prejuicio y paciencia a la censura, hasta que no se haya oído el fin de esta disertación, manifestando mi buena voluntad de someterme a mejores juicios. Y puesto que busco con imparcialidad la verdad, no me dolerá ser convencido de haber tenido demasiado apego a mis propias nociones, lo que, confieso, a todos nos puede pasar cuando la aplicación y el estudio nos han calentado con ellas la cabeza.


John Locke






Nosce Te Ipsum (Conócete a ti mismo)

Primera Parte


Supuestamente los avances científicos tendrían por objeto mejorar la calidad de vida del ser humano, pero se observa que muchos de estos logros nunca estarán al alcance de un sinnúmero de personas, por lo que estos progresos científicos o tecnológicos lo que han hecho es ahondar más las divisiones entre los seres humanos, la humanidad se encuentra cada día más dividida, hemos creado divisiones de toda índole, políticas, religiosas, económicas, raciales que hemos estado sosteniendo y alimentando desde hace mucho tiempo, creando así un monstruo más. No comprendemos aún el poder tan inmenso que tenemos como especie humana, este poder que nos permite seguir viviendo o autodestruirnos.

Me doy cuenta de que esto es solo un sueño, y admito que me impulsa la esperanza más que la probabilidad de éxito. No podemos tener la esperanza de predecir el futuro, pero podemos influir en el, es probable que las visiones del futuro, y hasta las utopías, desempeñen un papel importante en esta construcción.

La vida cumple un ciclo predestinado, el nacimiento, el crecimiento, la vejez y la muerte, y aunque no se puede saber cuando ha de llegar esta última, es inevitable. Así como la vida, el mundo también cumple un ciclo, y quizá es hora de volver a las raíces, de empezar de cero, de romper las reglas hegemónicas que nos mantienen encadenados, cual cautivos en la caverna que Platón tan bien describió.

Desde la religión hasta las simples reglas diarias de convivencia, se ocultan los sentimientos puramente subjetivos bajo el manto de objetividad.

Hay una transvaloración de los valores, que datan de tan antiguos que al haber nacido ya con ellos, no logramos verlos, nos sentimos cómodos en nuestras cadenas diarias, y la mayoría no queremos aceptar que somos manipulados.




Que criatura mas maligna es el hombre. ¿Veis como he de reprimirlo? Pensad en lo peligroso que seria si no lo tuviera bajo control. La situación es semejante a la del hombre que no confía en su perro, y lo tiene siempre atado a una cadena. El proceso de tenerlo encadenado vuelve malo al perro, y el hombre dice ¿veis como un perro tan malo ha de estar encadenado?

Taoísmo


La cuestión que preocupaba a Platón en Menón relativa a si la virtud es un don divino, se encuentra en los hombres por naturaleza o es posible su aprendizaje, la resuelve Aristóteles indicando que la virtud se puede aprender, no depende de la naturaleza y no es una disposición innata sino del ejercicio de la libertad.

La virtud es un hábito, es decir una disposición que se crea en nosotros para la realización de una tarea o actividad y es consecuencia del ejercicio o repetición: nos hacemos justos practicando la justicia, generosos practicando la generosidad, valientes practicando la valentía







Segunda parte



Si nos remontamos a los comienzos, en la antigua Grecia, encontramos a Sócrates, el hombre liberado por el saber y la razón, del miedo a la muerte. Sócrates atribuye a la fe en la posibilidad de profundizar la naturaleza de las cosas, al saber, al conocimiento, la virtud de un remedio universal.
Investigar las causas y distinguir el verdadero conocimiento del aparente y del erróneo pareció el hombre socrático la vocación más noble.

Es allí donde debemos profundizar las ideas, en los cimientos de nuestra historia. Nos hemos desviado del camino de tal forma que estamos de ojos vendados, y negados a quitarnos la gran mentira que nos ciega. Quizás porque sabemos que no es fácil, diría que es casi utópico, pero no por ser utópico no puede, de un tiempo a esta parte volverse real.

Alguien me dijo alguna vez que solo vemos una parte del todo que no logramos observar, y esa parte que vemos es nuestra visión de la verdad. Así como nosotros tenemos nuestra visión, otros tienen la suya, y no por ser diferente a la mía, deja de ser parte de la verdad. La sabiduría está en lograr juntar las visiones para ver el todo que forman, sin imponerse, sino escuchando, respetando. Yo no busco la sabiduría, sino la experiencia que me brinda el intentar llegar a ella. Y es allí donde observo que en el imponer ideas no está la solución. Si estamos encima del problema jamás llegaremos a verlo, hacerse a un lado, buscar todos los puntos de vista sobre el tema, colocarse en diferentes ángulos, y con diferentes perspectivas me lleva a crecer y a encontrar la mejor manera de tratar el asunto.

En una breve revisión de los inicios de la filosofía, se descubre el interés por la preocupación del conocimiento, que nos permite interrogarnos sobre los aspectos fundamentales de la existencia y la experiencia. La filosofía intenta ver que tan lejos es capaz de llevarnos la razón, preguntándose sobre la naturaleza de la percepción, la experiencia y el entendimiento humano, es decir, la esencia última de todo aquello que existe, (Ontología) y cómo después de todo, podemos conocer, (Epistemología)

Es la razón lo que permite distinguir la filosofía de la religión y el arte. A su vez la ciencia, el arte y la filosofía, no son mas que distintas formas de abordar una realidad, el misterio del universo y del ser humano. Toda persona con un mínimo de curiosidad intelectual se sentirá atraída por cualquiera de estas tres actividades, de una u otra forma.

Desde hace mas de dos mil años, en los inicios de la filosofía en la antigua Grecia se pretendió comprender el mundo con el uso de la razón, no de la religión, se les enseñaba a otros a valerse de su propia capacidad de razonamiento, de pensar por si mismos y discrepar de las mismas enseñanzas establecidas, lo cual resultó ser un valioso instrumento en el proceso del conocimiento y el entendimiento.

Cuando nos preguntamos quienes somos, resulta imprescindible remitirnos a Platón, cuando decía que el hombre se compone de tres entidades en permanente conflicto, Las Pasiones, El Intelecto y La Voluntad, donde la labor principal del intelecto es el control constante de las pasiones a través de la voluntad, idea que se mantuvo hasta la llegada del cristianismo. Si se hubiera mantenido por más tiempo esta idea, pienso yo, tendríamos un mejor entendimiento de nosotros mismos, sin haber desviado y entorpecido por tanto tiempo el pensamiento.

El advenimiento de ésta corriente religiosa ha marcado tal vez irremediablemente el pensamiento de los seres humanos, al menos en occidente. En esta concepción del mundo de un solo dios, las personas se libran de la ansiedad de contestar los diversos interrogantes que nos plantea la existencia. Algunos osaron desafiar la corriente impuesta por el clero y en su intento perecieron, pero dejaron el camino preparado para la revolución del pensamiento que nos esperaba.





Religión


Ustedes aún no se han buscado; allí me encontraron. Así hacen todos los creyentes; por eso hay tan poco en todas las creencias. Ahora les ordeno que a mi me pierdan y ustedes se encuentren. Y recién cuando todos ustedes hayan renegado de mi; quiero encontrarlos a ustedes

Zarathustra


Me dirijo ahora a los lideres cristianos, que tantos seguidores tienen, intenten ser sinceros consigo mismos, y respóndanme!, ¿Quien se atrevería a decir?, este es el camino que quiso Jesús que hagamos. Bien saben que se han desviado de los primeros pasos, y lamentablemente encadenan a sus discípulos, “Debes hacer esto y lo otro, no porque creas que debes hacerlo, sino porque lo demanda la moralidad de Dios”,
Sinceramente si Jesús volviera a nacer, no estaría de acuerdo, es probable que diga: el amor ha de incluir a todos. “Ama a Dios y actúa según tu voluntad”.

Quien se atrevería a decirle al Papa que para retomar el camino correcto habría que vaciarse de lo que hasta ahora fueron todas sus reglas y mandamientos.

Desde la óptica del enfermo mirar hacia los conceptos y valores más sanos, y nuevamente a la inversa, desde la plenitud y autoseguridad mirar hacia abajo en el secreto trabajo del instinto de la decadencia. Es desde la humildad y la pobreza que Jesús cautivó las almas de sus seguidores primeros, no por costumbrismo, ni porque “mis padres me lo heredaron”.

Nietzsche no critica a la Iglesia, sino a la tradición cristiana.
El Librepensador está de acuerdo con Nietzsche en cuanto a la transvaloración, pero dice que hay que buscar la causa. También predica que hay que eliminar la estructura de la Iglesia, pues ahí reside el fondo de la sociedad. Le ofende la Iglesia, no su doctrina (aquí reside la crítica de Nietzsche), y toma como válidos los valores del cristianismo.

Nietzsche considera que la moral del Cristianismo domina sobre la forma de vida de todos. Así, un ateo que vive entre cristianos, aunque no admite el contenido de la valoración, asume dichos valores para poder desarrollarse en la sociedad en que vive.

Se establece una relación material : acreedor - deudor. Así, el Cristianismo aplica este esquema incluso a la relación ser humano – Dios. De modo que cuando esta deuda, que no se puede pagar, se hace eterna, genera un sentimiento de impotencia tal, que reduce al ser humano a su mínima expresión.

Se perdió el rumbo de la iglesia, y habría que retomarlo, desde los principios básicos del amor, el respeto y ayuda al prójimo. No porque lo impongan las leyes sino porque de esta manera hacemos de éste un mundo mejor.





Comunicación



El hombre ha perdido su capacidad para reflexionar, para pensar si desea o no aceptar las decisiones que se toman en el mundo y en las que estamos todos envueltos, simplemente es parte de una masa amorfa que se deja arrastrar por el sistema ciego de ansias de poder y dinero y actúa como un ente sin pensamiento, a la merced de lo que algunos quieran hacer con él.

Es evidente que en este mundo globalizado de hoy, al contrario de sentirnos más libres, nos sentimos coartados, ensimismados. Siervos totales de una sociedad de consumo absurda que no quiere que el hombre se detenga, que no pierda el tiempo que puede gastar más productivamente en consumir. Prisioneros de ciudades aisladas de la naturaleza, saturadas de contaminación y publicidad, de ruido y de gente sin alma que ya no se asombra por nada.

Es allí donde las comunicaciones tienen una gran responsabilidad, puesto que en vez de propiciar el diálogo, la conversación, que son los puntos en los que el hombre construye conocimientos y encuentra formas de desarrollo, como lo plantea Humberto Maturana, se han encargado de propiciar hombres solos, esclavos y abandonados, que no se detienen a hacer reflexiones, que al final del día no hacen introspección para ver que falló y que puede ir mejor. Y es en ese punto donde el hombre se encuentra más vulnerable, más fácil de dominar y así va cayendo lentamente en ese abismo de soledad infinita.

En el mundo postmoderno se tiene a la comunicación como un punto vital para el progreso del hombre, pero más que todo una comunicación desde el punto de vista del mundo globalizado. Hoy existe la televisión a escala planetaria, entre las que se encuentran la TV por cable, TV satelital, paper view, entre otras variedades. El internet, con sus chats, teleconferencias, bases de datos globales, publicaciones de toda clase de trabajos en la red , así como el cine en sus múltiples facetas que ha ido evolucionando al ritmo vertiginoso de la era virtual, y la aparición del hipertexto, el cual ha revolucionado la comunicación moderna, en forma de lectura no lineal, es decir subjetiva, que rompe con todos los paradigmas de la comunicación tradicional. Todo esto trae consigo múltiples cambios en la sociedad contemporánea y rompe para siempre con la percepción del tiempo y del espacio como limitantes del hombre debido a que, de cierto modo, éste trata de manipular estos conceptos mediante dichos avances tecnológicos, haciendo que el mundo se mueva vertiginosamente y los inconvenientes por las distancias y el tiempo se minimicen al mayor grado.

"De esa aceleración somos todos agentes sin advertirlo. Alguna vez fue importante aprender: hoy sólo importa graduarse. Alguna vez fue importante viajar: hoy sólo se trata de llegar". William Ospina.

Es así como nos vamos sumergiendo cada vez más en un mundo que nos impide pensar o sentir, la ciencia va tan deprisa que el hombre se ha quedado atrás en sus reflexiones, en sus interpretaciones sobre la realidad. Ya no nos preguntamos mas si todos los adelantos que nos van llegando van a hacernos en realidad mejores personas, por el contrario, asumimos una posición pasiva, sin cuestionamientos, es así como este pensamiento único que se nos impone nos lleva otra vez a una especie de nuevo oscurantismo, ya no por la falta de información como dice Ignacio Ramonet sino por el exceso de la misma. El hecho de que no haya limites sobre lo que es pertinente para la sociedad, en el momento de sacarlo a la circulación, es un abuso que no tiene justificación alguna. Ni siquiera es válida la excusa de que todo cuanto se nos viene encima será un avance sin precedentes o mejor aún, que servirá para que el hombre se posicione como un ser superior y logre hacer el capital que jamás imaginó en toda la historia de su existencia, pues esto, como se ha podido ver ya con suficiente claridad, no es cierto, ya que no necesariamente todo invento trae consigo la solución a los problemas más profundos de la humanidad, por el contrario ayudan muchas veces a aumentarlos, creando sociedades que se quedan por fuera y no pueden beneficiarse, mientras al mismo tiempo unos pocos crecen desmesuradamente a costa, inevitablemente, de la gran mayoría alienada del sistema dominante.

En este punto Humberto Maturana plantea que: "...el camino de la ciencia moderna no es el camino de la sabiduría". Y con respecto a esto podemos decir que el hombre en vez de acercarse más a los ideales que se ha planteado desde siempre (el vivir bien, el ser libre, poder gozar de una espiritualidad realmente experimentada) inexorablemente se ha ido alejando más y más de ellos, lo que quiere decir que todo aquello que soñó alguna vez sobre el verdadero progreso y la verdadera evolución, hoy no es más que una utopía todavía más lejana y confusa, y luego de tantos años perdidos en la conquista de lo que finalmente fueron sus propias limitaciones no son más que la muestra de lo incapaz que el hombre es para vivir en un mundo que le es desconocido y que de diferentes formas le sigue demostrando que aún no se puede controlar.

Una muestra de ésto pueden ser los desastres naturales que no paran de azotar a la humanidad, en sus múltiples manifestaciones como terremotos, huracanes, entre otros. También aquellos que provocan los errores tecnológicos y que causan tragedias de mayúsculas proporciones como las fallas de inmensas máquinas, entre ellos los jumbos interoceánicos, submarinos de guerra, barcos transatlánticos, transbordadores interespaciales, lo que ha demostrado al hombre de sobra que no se puede tener un absoluto control, que los cálculos pueden fallar y que no debe subestimar nunca su entorno y las fuerzas naturales que lo gobiernan.

Asimismo el mundo se debate hoy por hoy en guerras, las cuales han cambiado radicalmente en sus estructuras. Ya no se conoce al enemigo, sólo se le condena y se le trata de exterminar por medio de la fuerza y no del discurso o la demostración de la razón. Esto se fortalece mediante medios de comunicación que se encargan de mostrar imágenes sobre la crudeza del terrorismo y de que las represalias están justificadas luego de presenciar en vivo y en directo por primera vez a escala planetaria, el ataque más grande a la mayor ciudad del mundo, el pasado 11 de septiembre en Nueva York. De esta manera se intenta vincular a todo el planeta en la cruzada por el terrorismo más grande de la historia y se manipula la información para que las personas en vez de exorcizar, cada vez incuben más odio por el resto de la humanidad.

Es de esta forma que la comunicación se ha alejado de sus fines, o más bien cómo el hombre se ha alejado de todas las infinitas posibilidades que esta valiosa herramienta puede brindarle. Según Humberto Maturana los sentimientos y las emociones son vitales a la hora de que haya una real comunicación, es decir, la comunicación es ante todo interrelación y a partir de ahí surgen múltiples estrategias y soluciones a los diversos conflictos humanos. El hombre es un ser en conversación y todo esto se ha ido perdiendo inevitablemente por medio de todos estos avances en la tecnología de las comunicaciones. El ser humano se ha ido aislando de un mundo que está vivo, que aún está por explorar y se ha ido encerrando en la maraña de sus telerredes, impidiendo el intercambio dialectico, la verdadera comunicación que es la que surge a través de la empatía, del real acercamiento entre los individuos participantes de una sociedad.

Asimismo en su ensimismamiento, el hombre se ha alejado nefastamente de la naturaleza, aquella de la que es parte y que necesita para vivir y para generar nuevos conocimientos que traducirá en mejores soluciones para su vida en sociedad. A partir de ese intercambio con la naturaleza de manera directa, es cuando el hombre se acerca más a su principio biológico, a esa estructura que le permite establecer una verdadera comunicación y esto se logra mediante el acercamiento por medio de las emociones que son las que contienen lo verdaderamente constitutivo del hombre, lo primario, las limitaciones, la pobreza que permiten igualarnos y borrar las diferencias.

Es por esto que hoy puede surgir ese interrogante sobre si la comunicación cumple en nuestros días con ese papel dignificador de la vida del ser humano, del progreso en un sentido integral de la existencia del hombre, puesto que la realidad nos muestra que esa respuesta no es una afirmación segura, por el contrario la historia nos ha mostrado que la comunicación ha avanzado en su forma mas no en su fondo, se ha innovado en la ciencia y tecnología de esta gran herramienta, pero se ha dejado de lado esa esencia de lo comunicacional, esa verdadera motivación hacia la búsqueda de fines más dignificantes de la condición humana, como bien dice Maturana: "Lo que importa no es lo que se entregue sino como lo reciba el otro" y en esa medida no cuenta tanto lo estilizado de la formas sino los efectos y las consecuencias que aquella comunicación producirá en los demás sujetos y para que los resultados sean satisfactorios es vital el reconocimiento del otro, esa validez que se le da a las otras personas y a sus formas de pensar, para poder construir procesos efectivos de desarrollo y evolución de las sociedades contemporáneas.

Al estar lleno de conocimiento adquirido desde las cadenas invisibles, no se puede continuar llenando el vaso, hay que vaciarse del conocimiento adquirido, para llenarlo con un nuevo y más puro conocimiento, el de ser bueno por el simple hecho de ser bueno, no porque de no hacerlo vayamos a perder la posibilidad del cielo. El de saber que hay un poder mas allá de nosotros, sin importar el nombre de éste y respetarlo, no temerle y buscarlo no dentro de una iglesia o templo, sino dentro de uno mismo y en todos lados.

Hacer las cosas que queremos sin importar el que dirán los demás. No hacer las cosas para “pertenecer al grupo”. Sería mucho mas lindo si la gente mostrara su personalidad sin miedo al rechazo. Ser feliz sin lastimar a nadie. Si las personas no se dejaran guiar por los medios, si fueramos nosotros mismos, estariamos empezando a romper las cadenas que nos atan a la “realidad” actual, la cual no es mas que sombras.

Existen los “líderes”, y el “resto”, el “resto” revolotea, con una suerte de desconcierto, entremedio de estos osados prototipos de estética e ideas. Porque la norma del “resto” esta en imitar, sin conciencia de cuerpo, lo que sucede alrededor; construirse a partir del otro, mientras se fantasea con lo que transmite su imagen.

La “crisis de sentido” es un fenómeno de este tiempo. En las sociedades modernas las personas viven sus vidas de maneras diferentes. Las viejas morales que todo lo comprendían son reemplazadas por un conjunto de visiones diversas (a veces, enfrentadas entre si) que son susceptibles de discusión fuera de un marco de tolerancia. Por supuesto, este hecho es defendido como parte del estilo de vida democrático.

No obstante, el pluralismo moderno encierra riesgos. Ya no existe una formula que nos diga como conducir nuestra vida, y este marco, que se necesita para sustentar la propia identidad se vuelve cada vez más complejo. El individuo debe luchar contra una marea que trae un abanico de opciones sumamente amplio sin poder encontrar su centro, ya que esta distraido corriendo hacia la luz de neon de los carteles publicitarios.

Los que nacimos en los comienzos de la década del 80´ empezamos a vivir un mundo al son de una musica individualista salvaje, una era donde todo vale para salvarse. Vemos crepitar a la ética y a la moral; vemos como la mentira se vuelve verdad y la verdad se convierte en estupidez o utopía.

Descartes dijo “si dudo, no puedo dudar que dudo, por lo tanto pienso”. No dejar de dudar, de sacar conclusiones propias, no nos guiemos por la mayoría; sin imponernos, aprender.
“No puedes ver lo que no puedes explicar. Trata de olvidarte de tus explicaciones y comenzaras a ver”.

Buscar el camino propio no es fácil, pero vale la pena. No seamos como los cautivos de la caverna de Platón, que por que nacieron encadenados y viendo sombras, por costumbre se quedaron allí. Afuera de la caverna hay otro mundo, y depende de nosotros el liberarnos y conquistarlo. Atrevámonos a pensar diferente, indagar y seguir indagando, no nos contentemos con la primer respuesta, detrás de lo que nuestra visión alcanza, hay mucho más. Si cultivas tu mente cosecharas sabiduría. Es difícil porque no se nos permite pensar, se nos encasilla la mente en cuatro paredes de una realidad manejada por la hegemonía. Por ende, “en el país de los ciegos, el tuerto iría a parar al psiquiátrico, porque ve las cosas de otro modo que los demás”. Ver mirando hacia adentro, desde la mente y las emociones, buscando un equilibrio que nos centre en nosotros y en el cosmos.

Perder el miedo al rechazo por pensar diferente es un obstáculo difícil de sortear, pero muy necesario para al cambio. Ayuda saber que no estamos solos, hay mucha gente que empieza este camino cada día.

La ciudad de Auroville, en el sur de la India, unas 1500 personas de mas de 30 países viven una vida nueva, y una nueva forma de ser en una nueva ciudad. En Auroville, cotidianamente los individuos se plantean como: -diseñar, planear, y construir una ciudad para una sociedad ideal del futuro – convivir con las poblaciones indígenas de la bioregion y co-evolucionar con ellas – educar a los jóvenes privilegiando su identidad más profunda – organizar una vida colectiva sin estructuras autoritarias – manifestar la belleza en todas las facetas de la vida- consciente, sabia y justamente manejar la amplia variedad de recursos disponibles – curar y evocar energías curadoras – relacionarse con la tierra de manera apropiada – expresar artísticamente nuevas realidades interiores. Y fundamentalmente encontrar y vivir realmente la unidad en la diversidad, tanto interna como externamente.

Lo que un hombre, dice Erich Fromm, puede haber perdido en riqueza y en sentimiento auténtico de felicidad, por las condiciones sociales en las que está inmerso y que están impuestas por las reglas sociales, puede estar compensado por la seguridad de hallarse adaptado al resto de la humanidad o al grupo de pertenencia, en realidad este "defecto", es convertido en virtud por la cultura y, puede así de esta manera procurarnos un sentimiento más intenso de éxito. Nos comportamos respondiendo a lo que los demás esperan de nosotros, la autenticidad de nuestros actos dependerá de la aprobación social. Y esto parece ser, el destino de cada hombre en esta sociedad.



CONCLUSION




No todo es pesimismo ni todo es en vano o todo esta perdido, los seres humanos hemos logrado tanto en tan poco tiempo, Noam Chomsky comenta, "Como es que con tan poca experiencia hacemos tanto y, con tanta información entendemos tan poco".

Me he embarcado en un emprendimiento interno de proporciones gigantescas, las cuales, de vez en cuando, me aterran, y a la vez, me impulsan a seguir intentando, en el convencimiento de que, logrando un cambio desde el centro, la onda expansiva llege a otros.

Como la vida en general, a veces sufro de falta de fe, o me pierdo en el rumbo que decidí tomar, pero cada caída, cada tropiezo que el camino me causa me llena de experiencias nuevas. Y es indagando, dudando y juntando visiones que de a poquito llego a diferentes conclusiones. No son todas lindas, es verdad, pero prefiero la verdad pura, y no la dibujada. El mundo se esta destruyendo de a poco, y cada paso es importante, de nosotros depende el elegir con sabiduría. No nos impongamos al resto, respetar es una de las claves. Aceptar y aprender a convivir guiándonos con la ley más importante de cualquier religion: “Ama a tu prójimo, como a ti mismo”.

Sigo intentando escribir, pero las palabras parecen estar estancadas en la garganta, tengo los mismos síntomas de inspiración, o sea el insomnio, y el nudo en el estómago, las ganas de gritar, etc., pero no me sale la tinta por los dedos como antes.

Releo lo escrito y me pierdo, hay tantas cosas que cambiaría, que me gustaría empezar de cero nuevamente.

¿Será que el mundo está logrando cambiarme de manera que diga lo que los demás esperan oír?, ¿Será que ya no hay vuelta atrás y soy simplemente otra semilla que cayó lejos de la tierra fértil, y por un instante pudo ver lo que había alrededor de este sembrado de silencios y cadenas?

Hoy no me siento del todo libre. Siento el peso del poder sobre mis letras, me niego a doblegarme bajo la hegemonía, y las piernas me tiemblan y trastabillan intentando mantenerme en pie.

No sé cuanto voy a poder resistir, ni si el resistir tendrá sentido, solo siento, siento no poder ayudar más, siento que no me alcancen los conocimientos ni las fuerzas para poder romper estas estúpidas reglas que no nos dejan ser

Sepan que no alcanza con eso para callar mi grito, porque no soy el primero, y les aseguro... no seré el ultimo.

Es evidente que tuve problemas para explayar mis ideas, y que quizás, las ganas de transmitir mis pensamientos en tan poco tiempo hayan echo que este ensayo sea lo suficientemente desordenado como para no encontrarle final ni principio, pero estoy seguro que encontraran en el motivos para seguir, así como yo los encontré y ahora me encuentro escribiendo y pensando como continuar con esta idea.

Hay veces que con una vela logramos ver en la oscuridad el camino correcto, otras no nos alcanza con un faro. Con mi corta y podríamos llamar joven visión del engranaje de esta maquina que mueve al mundo, espero crear una llama, que pueda ser de un tiempo a esta parte una pequeña luz para personas que quieran la verdad, aunque duela. Porque, es cierto, la verdad no siempre es linda, pero vale la pena.

Descubrí con mi vela, que otros filósofos hablaron de este tema, y me sentí protegido bajo la mirada de Sócrates, o la locura de Nietzsche, o de la mano de Platón, mientras me sacaba fuera de su caverna. Y este sentimiento, fue una especie de bastón para mis pasos, algo así como una gran almohada de plumas para mis caídas.
Donde yo caí, ellos me levantaron, espero entonces comenzar este camino con la mirada en alto, a vivir plenamente lo que creo.


Creo en la libertad, y también creo en la verdad... porque solo la verdad nos hará libres.